jueves, 27 de agosto de 2009


El panda gigante es un animal solitario. Los machos no muestran mucha conducta territorial, y prefieren tratar de ignorarse entre sí. En cambio, las hembras entablan crueles peleas cuando una invade el territorio de otra.

La soledad de los pandas tiene lugar en la época de apareamiento, que tiene lugar en los meses de marzo y mayo. La cría nace después de una gestación de entre tres y seis meses, y su peso puede variar entre 85 y 150 gramos. A veces pueden nacer dos o tres crías, pero suele ser difícil que sobrevivan todas. Requieren muchos cuidados maternos, pues la mortalidad durante los primeros meses de vida es alta, lo que constituye un problema para la recuperación de la población mediante la cría en cautividad.

Los pandas gigantes llevan vidas solitarias, aunque varias hembras que viven por separado en el territorio de un macho se aparean con él. Al nacer la cría, solicita el cuidado de la madre emitiendo unos gruñidos muy tenues.

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